viernes, 5 de junio de 2015

¿Quién es KUAN YIN?



 
¿Quién es KUAN YIN?
Es una Maestra Ascendida, conocida como la "Diosa del Amor" o "Diosa de la Misericordia".

Su nombre en japonés es Kannon, en tibetano Chenrezig y en sánscrito Avalokitesvara.

Es uno de los seres iluminados más importantes, su culto se extiende en China, Tibet y todos los países del Noreste y Sudeste Asiático.

Su origen se remonta a varios siglos. La primera traducción donde figura Kuan Yin corresponde al año 406 de nuestra era. La leyenda dice que no descansará sino hasta liberar a todos los seres humanos del sufrimiento.

La estatuilla que nosotros conocemos de la maestra la describe en forma por demás simbólica ; por lo general se la encuentra de pie reposando en una hoja de loto que simboliza el pensamiento, si la estatuilla esta en otra postura, ya no representa a la Diosa de la Misericordia , sino a la Diosa de la Fecundidad.

En su mano izquierda, sostiene un largo tallo con una flor de loto que reposa sobre su corazón. Esta flor, simboliza a la Chispa Divina o Cristo Interno, que vive en el corazón de cada ser humano.

La mano derecha de la Diosa representa en estatuilla, generalmente es movible, sus devotos utilizan esta cualidad para hacerle una petición, volteando así su brazo móvil, y regresándolo a su lugar cuando esta petición sea cumplida, sin embargo esto simboliza la capacidad de la Madre , de extraer de la sustancia cósmica universal (hacia arriba) cualquier manifestación al mundo físico (hacia abajo). Los lóbulos de las orejas alargados, representa la rendición de la Madre ante la voluntad representada por el Padre.

En la cabeza tiene un moño, que significa el chakra coronario despierto, algunas representaciones cambia este moño por una corona.



La maestra Kwan-Yin es venerada en China, donde tiene su templo, llamado Templo de la Misericordia se localiza etéricamente cerca de Pekín, y está rodeado de 12 pequeños templos, donde habitan todas las legiones de seres que están a su servicio.

En este templo, arde la llama de la misericordia y de la compasión para la tierra y todas sus evoluciones ; ella magnetiza esta llama desde el mismo corazón de Dios, y la proyecta en la atmósfera de la tierra.

 KUAN YIN forma parte del Tribunal Kármico, que es el que se encarga de examinar todo lo que hay en el mundo del aspirante a encarnar, evaluarlo, y así destinar esa alma a la esfera donde recibirá instrucción y ayuda entre una reencarnación y otra...

Después que el Alma ha pasado por el cambio llamado “muerte” al final de su vida en la Tierra , nuestra Amada Kwan Yin vuelve a rendir cada uno de los Servicios específicos, ayudando a quitar muchas de las marcas dejadas por las frustraciones, sentimientos de culpabilidad aparentes; remordimientos, y las causas de otras condiciones negativas registradas en el Cuerpo Etérico, quitando tantas como la Ley del Ser lo permita. Esto le hace más fácil al individuo el momento de presentarse ante el Tribunal Kármico; el cual debe examinar todo lo que hay en el mundo del Aspirante y a la vez capacita a este amoroso y misericordioso Tribunal para destinar a esa Alma a la Esfera más alta posible, donde recibirá instrucción y ayuda entre una y las otras encarnaciones.

Hace mucho tiempo, ella vivió en la tierra en el plano físico, y en esa época, la gente iba hacia ella para pedirle misericordia, y ayuda para transmutar el propio karma que es otro de los dones que se la adjudican.

En esa época, vivía ella en un templo, pero viajaba frecuentemente para ayudar a la gente que no podía realizar la peregrinación hacia su templo.

Particularmente, ella se interesaba por los niños, y por sus padres ; en aquellos años Kwan-Yin , bautizaba con fuego violeta a los niños que eran traídos a ella. Los tomaba en sus brazos durante la ceremonia, transmutando así todo el Karma que fuera posible.

Sus devotos, afirman que su templo está rodeado de un lago de luz violeta, el cual tiene la propiedad de disolver karma, malestares, sufrimiento y dolencias de toda persona que pida ser bañada en él.




Gran Invocación a Kwan-Yin
Yo soy la Luz del mundo, soy un ser que ha venido de Luz, vive en la Luz y crea la Luz.
Adonde quiera que voy, yo soy las manos de Dios trabajando en la Tierra, y soy inspirado por la Voluntad Divina.
Soy impulsado por la Fuerza Divina y estoy trabajando en el Plan Divino.
Yo soy un miembro activo de la Hermandad Blanca y estoy apoyado por todos los miembros de la Jerarquía, y estoy trabajando en un proyecto específico de la Jerarquía.
Yo soy parte del nuevo grupo de servidores del mundo, yo soy parte de una cadena de Amor y de buena voluntad que se extiende por todos los rincones del planeta.
Yo soy la punta de lanza para llegada a la tierra de los Maestros de la Jerarquía.
Yo soy una antena cósmica que se abre hasta el infinito para recibir las Bendiciones del Altísimo.
Yo soy un emisor de todas esas energías que estoy recibiendo para multiplicarlas por donde quiera que vaya y hacerlas llegar a los lugares más inusitados.
Yo soy la palabra que sana, las manos que ayudan, los pies que dirigen, la mirada que salva.
Yo soy el microcosmos en acción, soy la red que comunica al hombre con Dios, soy el vínculo de fraternidad en donde se funden todos los seres humanos.
Yo soy la luz del mundo, el aniquilador de la obscuridad y la confusión, el guerrero de la luz, el que alumbra sin dar sombras, la roca firme en donde se apoyan las embarcaciones de la Vida.
Yo soy la sonrisa que alienta, el brazo que consuela, y soy el hijo de Dios en la Tierra.
Lleven esta oración siempre con ustedes, mis bendiciones quedan eternamente en sus vidas.

La Leyenda de Zao Jun, el dios de la cocina



Cuenta la leyenda, que el dios chino Zao Shen , cuando era mortal se llamaba Zhang Lang (Piedra de carbón), se casó con Zao Ma, una mujer muy virtuosa, y fueron felices durante muchos años. Pero sucedió que un día, Zao Jun se enamoró perdidamente de una chica mas joven, hasta el punto, que abandonó su hogar y se fue a vivir con ella. Desde entonces la vida de Zao Jun fue de mal en peor, perseguido por la mala suerte fue perdiendo todo lo que tenía, hasta quedar finalmente solo, pobre y ciego.
La Leyenda de Zao Jun, el dios de la cocina

Ya lo he dicho en más ocasiones: Me he quedado sin cuentos, leyendas e  historias familiares para contar a Flor de Canela que es insaciable… Por ello vuelvo a mirar hacia oriente y busco historias con las que ayudarla a dormir o a despertar  por las mañanas, con las que entretenerla cuando estamos esperando en la sala del médico, o en alguna cola o en cualquier situación…
Se encontraba en ese estado tan lamentable, tirado en la calle, cuando se le acercó una mujer que le ofreció algo para comer, un tazón de tallarines. Cuando Zao Jun los probó comenzó a llorar, la mujer le preguntó: ¿Por qué lloras? A lo que Zao Jun contestó: “No comía unos tallarines tan buenos desde que vivía con mi mujer” y empezó a contarle su desgraciada vida. Al terminar, fruto del arrepentimiento, se produjo un milagro, pues Zao Jun recuperó la vista y vio que la mujer que le había dado de comer no era otra que Zao Ma, su mujer, que nunca había dejado de quererlo.
Zao Jun sintió tanta pena por lo que había hecho, que se consumió en llamas. Su mujer quiso evitarlo, pero solamente pudo salvar del fuego una pierna, y es por esto que desde entonces a los atizadores del fuego se les llaman en china Zhang Lang Tûi.
Cuando Zao subió al Da Luo Tian o “cielo supremo” donde está sentado en su trono el Emperador Jade o Yuhuang Dadi,  administrador del cielo y tierra, lo convirtió en guardián de los hogares para asegurarles unidad y abundancia. Y  pasó a llamarse Zao Jun aunque muchos también le llaman Zao Wang, o Zao Wang Ye o Zao Shen.
El Emperador de Jade además le encargó que todos los años regresara al cielo el día 23 de la luna 12, para informarle de como se habían portado las familias. Una vez pasado el informe al Emperador Jade, Zao vuelve a la tierra montado en su caballo blanco, el día del Año Nuevo Lunar, con regalos y sobres rojos con dinero, dependiendo de lo bien o mal que se haya portado cada uno durante el año.  Considerado el dios de la cocina en el panteón chino es uno de los dioses autóctonos de su propia cultura, forma parte de los dioses domésticos, junto con el dios de la felicidad, el dios de la riqueza y algunos antepasados.
En las cocina china es habitual encontrar su imagen, acompañado de su esposa, para dar al hogar una predisposición favorable hacia la riqueza y protegerlo contra los kuei, o espíritus malignos que según una antigua leyenda china, causan carestía, enfermedades (peste, locura, etc.), e incluso la muerte y que son representados como esqueletos con cabeza zoomórfica.
La mitología China dice que Zao Shen informa una vez al mes sobre la conducta de las familias a las deidades locales (de la comunidad o vecindario, de la ciudad, etc.), el cumplimiento de las ofrendas y sobre lo que se ha hecho dentro de la cocina, ya que la alimentación para los chinos es muy importante.
Las familias chinas para acordarse de Zao Ju pegan un dibujo suyo en la cocina y el día de la partida queman palos de incienso y le ofrecen una comida con muchos dulces. Para que Zao hable bien ante el Emperador Jade las familias limpian y ordenan la casa, le juntan con miel en los labios y lo rocían de licor, y para acelerar su ascensión al cielo lo terminan quemado en la cocina y tirando tracas para que espantado corra más. Cada inicio del nuevo año, la figura de Zao Shen deidad de la cocina, será reemplazada por una nueva, los cocineros tradicionales, al comenzar su labores, dirigen su mirada hacia la imagen y piden la protección y el favor de una buena cocina.

Visitantes

Archivo del Blog